Escribe Magalí Mastaler – Trabajadora Social / Equipo organizador del tercer Congreso
Durante la tarde del día viernes 7 de junio, en la primera jornada del Congreso Regional de Mujeres y Disidencias, se llevó a cabo el panel de Salud Integral “Maternidades desde el deseo y no desde el mandato”. En esta ocasión nos acompañaron Victoria Romero y Violeta Osorio, ambas integrantes de la agrupación Las Casildas, de la Provincia de Bs. As., agrupación feminista que trabaja con distintos dispositivos para difundir y visibilizar temáticas como la violencia obstétrica, derechos sexuales y reproductivos y cuestiones de género.
Durante dos horas, en una modalidad de taller, las disertantes nos invitaron a desandar varios caminos, entre ellos el del deseo y del mandato. Con la premisa: “Las mujeres no siempre elijen ser madres pero a veces los mandatos son más fuertes”, empezaron a indagar sobre el deseo y sobre la posibilidad que tenemos como mujeres y disidencias de poder conectar con nuestros deseos, reconocerlos, ponerles nombre y poder llevarlos a cabo. Todo esto teniendo en cuenta que, en esta sociedad patriarcal y machista, aquellas mujeres que han logrado conectarse con su deseo no la pasaron muy bien, porque pareciera que las mujeres y disidencias no tenemos permitido tal derecho.
También durante el taller se hizo hincapié en los derechos sexuales y reproductivos de los cuerpos gestantes y familias, haciendo énfasis en los procesos de embarazo, parto, lactancia y crianza. Entendiendo que, si bien se ha impuesto histórica, social y culturalmente una manera de ser madre y formar una familia, esa no tiene por qué ser la correcta, ni la apropiada, ni la que nos hayan permitido elegir. Por el contrario, estamos convencides de que existen otras maneras de construir vínculos afectivos y familiares, otras maneras de construir y compartir maternidades, otras maneras de crear relaciones desde la amorosidad, y por eso el objetivo de deconstruir, como fue el lema que nos reunió en este tercer congreso.
Deconstruir lo establecido, lo impuesto, lo heteronormado y legitimado, para poder, de ese modo, construir y transitar espacios que habiliten el deseo, la libertad de los cuerpos, y donde el derecho a elegir sea una posibilidad real.